Así, afirma un comuncado enviado a Poder Sindical por parte del compañero Julio Piumato secretario general de los Judiciales Nacionales. También las compañeras autoridades sindicales de la UEJN (Unión de Empleados Judiciales de la Nación), Mariela Alloi y Maria Antonia Carmona, señalan que "para edificar una sociedad que pretende crecer debe asumir una permanente actitud de diálogo"
Ante la apertura del año judicial por parte del Presidente de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Dr. Ricardo Lorenzetti, la Unión de Empleados de la Justicia de la Nación considera que han sido positivas las palabras y los objetivos planteados por el magistrado sobre el rol del Poder Judicial en el año del Bicentenario de la Patria.
Sin embargo los trabajadores judiciales estamos convencidos que para poder cumplir estos objetivos se requieren profundas modificaciones en el sistema judicial. Coincidimos con la necesidad de conseguir mayor autonomía presupuestaria, por ejemplo, pero sabemos que la realidad del Poder Judicial, más allá de las relaciones con los otros poderes del Estado, está condicionada por la subordinación de un importante sector de la magistratura a la ideología del poder económico que lo designó, que fue poder político hasta el 2003.
Sin esas modificaciones, problemáticas tales como la discriminación y la inseguridad jurídica, van a estar soslayadas por la ideología de ese sector de la magistratura que acompañó el proceso que devastó y saqueó la Argentina en el 2001. Asimismo, dentro del Poder Judicial, eliminar la discriminación en la Justicia refiere tanto a la situación de las mujeres trabajadoras como a la actividad sindical por la que los delegados o afiliados a la UEJN son discriminados y perseguidos en razón de sus ideas. En el mismo sentido, como lo denunciamos en muchas oportunidades, resulta inadmisible que en la Justicia los trabajadores sean discriminados y no puedan participar en la dirección de la Obra Social, o que aún coexistan dos sistemas jubilatorios, uno para los jueces y ciertos funcionarios y otro de miseria para los que menos cobran. Tampoco hace a un ideal de Justicia que el ingreso al Poder Judicial sea por amistad o parentesco ya que así se está discriminando a una parte importante del pueblo argentino. Si bien compartimos absolutamente que hay que resolver situaciones que atentan contra los derechos individuales como la violencia familiar, tampoco hay que olvidar que en muchas dependencias judiciales existe la violencia laboral. La resolución de todo esto hace, claramente, a la transparencia, a la seguridad jurídica y a la construcción de una Justicia independiente y democrática.
Es como decía Jauretche, “igualémonos y empecemos a correr”. Esperamos que en el marco del bicentenario y las positivas palabras del Presidente de la Corte logremos democratizar internamente al Poder Judicial, porque sólo así tendrán plena vigencia para todos los argentinos, en pie de igualdad, los derechos consagrados en la Constitución Nacional. Como lo planteó el Dr. Lorenzetti, los trabajadores judiciales también sostenemos que sólo a través del diálogo de todos los sectores comprometidos con la transparencia del Poder Judicial, se podrá construir la nueva Justicia que necesita el Pueblo argentino.
Buenos Aires, 16 de febrero de 2010
Julio Piumato
Secretario General
Ante la apertura del año judicial por parte del Presidente de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Dr. Ricardo Lorenzetti, la Unión de Empleados de la Justicia de la Nación considera que han sido positivas las palabras y los objetivos planteados por el magistrado sobre el rol del Poder Judicial en el año del Bicentenario de la Patria.
Sin embargo los trabajadores judiciales estamos convencidos que para poder cumplir estos objetivos se requieren profundas modificaciones en el sistema judicial. Coincidimos con la necesidad de conseguir mayor autonomía presupuestaria, por ejemplo, pero sabemos que la realidad del Poder Judicial, más allá de las relaciones con los otros poderes del Estado, está condicionada por la subordinación de un importante sector de la magistratura a la ideología del poder económico que lo designó, que fue poder político hasta el 2003.
Sin esas modificaciones, problemáticas tales como la discriminación y la inseguridad jurídica, van a estar soslayadas por la ideología de ese sector de la magistratura que acompañó el proceso que devastó y saqueó la Argentina en el 2001. Asimismo, dentro del Poder Judicial, eliminar la discriminación en la Justicia refiere tanto a la situación de las mujeres trabajadoras como a la actividad sindical por la que los delegados o afiliados a la UEJN son discriminados y perseguidos en razón de sus ideas. En el mismo sentido, como lo denunciamos en muchas oportunidades, resulta inadmisible que en la Justicia los trabajadores sean discriminados y no puedan participar en la dirección de la Obra Social, o que aún coexistan dos sistemas jubilatorios, uno para los jueces y ciertos funcionarios y otro de miseria para los que menos cobran. Tampoco hace a un ideal de Justicia que el ingreso al Poder Judicial sea por amistad o parentesco ya que así se está discriminando a una parte importante del pueblo argentino. Si bien compartimos absolutamente que hay que resolver situaciones que atentan contra los derechos individuales como la violencia familiar, tampoco hay que olvidar que en muchas dependencias judiciales existe la violencia laboral. La resolución de todo esto hace, claramente, a la transparencia, a la seguridad jurídica y a la construcción de una Justicia independiente y democrática.
Es como decía Jauretche, “igualémonos y empecemos a correr”. Esperamos que en el marco del bicentenario y las positivas palabras del Presidente de la Corte logremos democratizar internamente al Poder Judicial, porque sólo así tendrán plena vigencia para todos los argentinos, en pie de igualdad, los derechos consagrados en la Constitución Nacional. Como lo planteó el Dr. Lorenzetti, los trabajadores judiciales también sostenemos que sólo a través del diálogo de todos los sectores comprometidos con la transparencia del Poder Judicial, se podrá construir la nueva Justicia que necesita el Pueblo argentino.
Buenos Aires, 16 de febrero de 2010
Julio Piumato
Secretario General
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